The Unitarian Universalist Service Committee advances human rights through grassroots collaborations.
Casa Mambré: Un Hogar de SMR
April 27, 2023
En la Alcaldía de Iztapalapa, Ciudad de México, se encuentra el albergue Casa Mambré, administrado por Scalabrinianas Misión con Migrantes y Refugiados (SMR). Sin embargo, Casa Mambré es más que un simple albergue: es un hogar para mujeres, hombres y niños que han tomado la difícil decisión de dejar sus propios hogares en busca de oportunidades más seguras y saludables. Hoy en día, el refugio alberga a más de 30 personas a la vez, y el equipo de SMR que lo organiza y administra brinda a las personas residentes apoyo y asesoramiento psicosocial, educación, apoyo para la salud física y mucho más. Sobre todo, Casa Mambré se une al legado de 30 años de la Misión de las Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo Scalabrinianas de brindar acompañamiento a las personas en situación de migración en México.
El Albergue
En 1985, las Hermanas Scalabrinianas llegaron en la ciudad de Tijuana, Baja California, en el norte de México, siendo que en 1994, por solicitud de la iglesia local, inauguraron el Centro Madre Asunta, albergue que atiende a mujeres y niños migrantes, desplazados y refugiados.
En 2016, SMR abrió un nuevo albergue en la colonia Guerrero de la Ciudad de México y lo llamó Casa Mambré. El refugio se diferenció de muchos otros en la ciudad porque abrió sus puertas a las personas que necesitaban un refugio a más largo plazo del que normalmente se ofrece. La mayoría de los refugios para personas en migración limitan las estadías entre seis y ocho semanas para permitir que las nuevas personas reciban servicios mientras los residentes anteriores continúan hacia sus destinos finales, generalmente a los Estados Unidos. Sin embargo, en Casa Mambré la estadía de las personas residentes puede ser de tres a seis meses o incluso hasta un año, según sus situaciones y necesidades. Las personas residentes, en general, son personas que fueran víctimas de una o más formas de violencia: sobrevivientes de delitos cometidos en México (violencia sexual, secuestro, trata de personas, entre otras), personas sujetas a la protección internacional, refugiadas y menores no acompañados.
Durante su estadía en Casa Mambré, las personas residentes reciben apoyo psicosocial y asesoramiento individualizado por parte de un psicólogo en plantilla. Este apoyo comienza durante la admisión, cuando se entrevista a cada nuevo residente y se evalúa su salud mental. A partir de eso, la psicóloga acompaña las personas para que tomen la mejor decisión sobre su proyecto migratorio con encuentros grupales y terapias individuales para que aprendan a convivir con sus pérdidas y se recuperen de sus traumas.
La psicóloga de Casa Mambré declaró: “Cuando identificamos que hay una ansiedad o depresión severa, [la trabajadora social de Casa Mambré] y yo hicimos el vínculo con el hospital psiquiátrico que está cercano para garantizar una adecuada atención para su salud mental. En caso que es necesario medicamento, se les hace el acompañamiento para que reciban atención especializada.”
Además del apoyo de consejería, el equipo de Casa Mambré ofrece talleres a los residentes sobre cuidado personal, bienestar familiar y reconocimiento y tratamiento de signos de acoso y abuso. El equipo también apoya a las personas residentes en la resolución de problemas y desacuerdos a través de círculos de mediación regulares en los que los residentes se reúnen y reciben apoyo para conversar entre ellos.
La psicóloga habló sobre esto: “También hacemos contenciones una vez al mes, a menos que se necesiten más […] muchas veces vienen con nosotras y comentan las dificultades que están viviendo en el sentido de comunidad. Entonces, cuando esto sucede, nosotras vamos identificando cuales son esos puntos que tiene que trabajar y nosotras decidimos de hacer una contención diferenciada, ósea para hombres y otras para mujeres o para niños o para adolescentes o se hacemos una mixta […] Lo que se buscan en estas contenciones no es decirles ‘seguir los reglamentos’, sino más bien sus propias estrategias. Se les preguntan: ‘¿Qué piensan que podríamos hacer como resolvemos?’ entonces las personas empiezan a generar sus estrategias y es cuando sí vemos cambios.”
El equipo de Casa Mambré también trabaja para brindar a las personas residentes apoyo de salud física e integración comunitaria. Los niños y adolescentes residentes se inscriben en la escuela a su llegada y el equipo los ayuda a sobresalir, incluso cuando el español no es su primer idioma. A medida que cambia la demografía de las personas que migran a través de México, también cambia la demografía de los residentes de Casa Mambré. El refugio es el hogar de personas de todo el mundo, incluidos personas de América Central, la República Democrática del Congo, China y más. Como tal, el refugio no solo brinda a las personas residentes la oportunidad de descansar y reiniciarse durante sus viajes, sino que también permite que las personas conozcan y aprendan de otros de una manera que quizás antes no tenían.
Esto se hace más evidente a través de la comida. La chef de Casa Mambré es responsable de preparar comidas deliciosas y saludables para todos los residentes del albergue. Esto significa que tiene en cuenta las restricciones dietéticas como la diabetes o el vegetarianismo al mismo tiempo que escucha los comentarios que recibe de los residentes. Las verduras suelen ser difíciles tanto para los residentes adultos como para los niños, por lo que la chef se vuelve astuto. Ella ha desarrollado formas creativas de ocultar las verduras en alimentos más atractivos, como poner zanahorias ralladas en pasteles de carne para fomentar su consumo. También tiene un buzón de sugerencias en el comedor que los residentes pueden usar para hacerle saber si les gusta una comida o prefieren comer algo diferente.
Además de curar a través de la comida, Casa Mambré cuenta con el apoyo del centro de salud local y un dentista para brindar servicios de salud a las personas residentes. Por lo tanto, los residentes que necesitan terapia específica o medicamentos pueden ser atendidos adecuadamente y se puede brindar atención prenatal. El equipo también trabaja en estrecha colaboración con el cercano hospital Emiliano Zapata para brindar la atención más completa posible.
El equipo legal de Casa Mambré brinda apoyo a los residentes que navegan por los procesos migratorios de México, lo que incluye ayudar a las personas y familias a solicitar asilo y estatus de refugiado y obtener los documentos necesarios. Además, el apoyo legal incluye acompañar a los sobrevivientes en la denuncia de delitos y la búsqueda de justicia, así como la presentación de licencias de matrimonio, actas de nacimiento y más.
El acompañamiento integrado del equipo a los residentes no se queda ahí. Como menciona la Coordinadora de Monitoreo y Evaluación, “Para nosotros es muy importante que las personas migrantes de verdad se sientan acogidas, pero con dignidad. Por lo tanto es muy importante para nosotras saber qué opinión tienen desde la comida hasta cómo les trata la trabajadora social si están a gusto, si se sienten seguros en Casa Mambré porque sí, es un albergue, pero por eso se le puse el nombre Casa Mambré. Queremos que se sientan, a mejor no como en casa, pero como si estuvieran en una casa.”
Y la sensación de casa realmente se muestra en todos los aspectos del albergue. Antes de cada comida, los niños de Casa Mambré dan gracias juntos para bendecir los alimentos antes de comer y oran unos por otros. Además, durante el cierre por la pandemia de COVID-19, el equipo de Casa Mambré instituyó medidas creativas para mantener a los residentes entretenidos y espiritualmente elevados. Por ejemplo, cada viernes, el equipo y los residentes organizaron diferentes eventos como bailes, fiestas de disfraces y más. Además, a cada niño y adolescente residente se le asignó un “padre” si aún no tenían uno en el refugio. El padre era un residente adulto que actuó como mentor del niño y asumió la responsabilidad por él o ella. Esto es parte de lo que la Hermana Lidia Silva de Souza, supervisora de Casa Mambré, expresó como una meta integral del trabajo de Casa Mambré y SMR en general: Asegurar que las personas “se sientan queridas, amadas” para sanar. “Esto es lo más importante para una persona que está en el camino, ser escuchada, mirada con dignidad”.
Los residentes también participan regularmente en excursiones por el barrio Iztapalapa con el equipo de Casa Mambré. Por ejemplo, el equipo organiza viajes a las piscinas locales, organiza días de juegos y lleva a los residentes a proyecciones de películas.
La psicologa mencionó que “recientemente […] hubo una proyección de una película en la noche, y salimos todos. Estuvimos en la camión, y todos se quedaron y estuvo bastante bonito. También, hicimos vínculo con el Cine Club para que cada vez que cae una proyección podamos estar cerca para que la población pueda salir y pueda sentirse tranquila, estar cerca del refugio, ni pagar un boleto ni pagar pasaje ni nada.”
La Mudanza
Desde la apertura de Casa Mambré en 2016 hasta enero de 2021, el albergue estuvo ubicado en una casa grande en la colonia Guerrero, en el centro de la Ciudad de México, y brindó muchos de los servicios que brinda la ubicación actual. Sin embargo, el edificio que albergaba Casa Mambré era muy antiguo y la renta era muy cara. Aunque SMR estaba recibiendo algún apoyo de una organización no gubernamental internacional (ONGI) para ayudar con el costo del alquiler, el espacio era insostenible porque el propietario no quería emprender las renovaciones necesarias para el edificio.
En 2021, hubo un terremoto de magnitud 7.1 y 92 réplicas en Acapulco que sacudieron gran parte del país, incluida la Ciudad de México. Además, el mismo año hubo lluvias sustanciales en la Ciudad de México. Los dos eventos juntos causaron que el techo comenzó a colapsar sobre el segundo piso donde se encontraba el dormitorio de los hombres. Como tal, el equipo tuvo que repensar la configuración del refugio. Las oficinas administrativas que estaban en el piso principal de Casa Mambré se trasladaron a un lugar separado en Nezahualcóyotl (una ciudad en las afueras del este de la Ciudad de México) y el dormitorio de hombres las reemplazó en el primer piso. Posteriormente, a través de una relación con una congregación religiosa que tenía un edificio en la colonia Iztapalapa, SMR decidió trasladar también Casa Mambré.
“Sinceramente teníamos todos mucho miedo de irnos para allá porque es Iztapalapa. Es muy estigmatizada porque […] se dicen que es súper peligroso, que te asaltan. Pero decidimos mudarnos en enero de 2022 a Iztapalapa y […] fue muy bueno mudarnos [allí] porque la gente [allí] tiene mucha conciencia en cuanto a sociedad civil a las causas incluso se encontramos que hay muchas personas migrantes viviendo en Iztapalapa,” incluyó la Coordinadora de Monitoreo y Evaluación.
El trabajo de Casa Mambré en Iztapalapa continúa sumándose al trabajo general realizado por SMR en la Ciudad de México para proteger y acompañar a las personas en migración. Esto también incluye el trabajo de SMR con las personas defensoras de los derechos humanos que trabajan en todo el país para defender, proteger y promover los derechos de las personas en situación de migración.
El impacto de Casa Mambré se puede ver mejor a través de su proyecto fotográfico. Cada vez que los recién llegados ingresan al refugio, se toman una foto durante la admisión. Luego, cuando se van meses después, toman otra foto antes de irse. Hermana Lidia declaró: “…es tan importante que tengamos la foto del día que llegan y la foto del día que salen porque unas llegan muy maltratadas físicamente pero también psicológicamente […] Las personas vienen decaídas, se le nota en las caras, cuando se van están sonriendo, han subido de peso.”
UUSC se enorgullece de apoyar a organizaciones como SMR que protegen el derecho de las personas a moverse, así como su derecho a quedarse. Para obtener más información sobre el trabajo de SMR en México, visite su sitio web.
Image Credit: UUSC